Ernesto Vega nos invita a meditar sobre lo que nos pide Dios en su palabra por medio del apóstol San Pablo, quien al cristiano lo quiere adulto, en pleno desarrollo, hasta ser un tipo completo, con la misma talla de Jesucristo. Un texto magnífico de la Carta a los Efesios, en el que Pablo nos presenta a Cristo disponiendo muy bien las cosas en su Iglesia. Y grita el Apóstol: «Lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al estado de un hombre perfecto, a la plena madurez en Cristo […]». ¿Y esto, para qué? Para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce al error.