Como resultado de nuestra salvación en Cristo, fuimos perdonados, recibimos un corazón nuevo y una vida nueva. Sin embargo, el pecado y las experiencias dolorosas y traumáticas del pasado nos han dejado atados y emocionalmente heridos. La sanación interior o sanidad del alma es el proceso mediante el cual el individuo es liberado de ataduras que le impiden gozar de su nueva vida en Cristo y tener una plena realización como hijo(a) de Dios y como individuo. Continuamos esta interesante serie con el Psicólogo y cantautor católico Gerardo Anderson.