En Actualidad y Fe abordamos hoy un tema que toca lo más profundo del corazón: "No somos malos, estamos heridos". Después de una caída o una experiencia dolorosa, es fácil quedarnos atrapados en la culpa, el miedo o el desánimo. Sin embargo, Dios no nos mira como fracasados, sino como hijos amados que necesitan sanar y ser liberados. Reflexionaremos sobre cómo "resetear" nuestra vida después de esos momentos difíciles, permitir que el Señor cure nuestras heridas y redescubrir la esperanza para seguir adelante. Porque cuando nos dejamos abrazar por Su misericordia, las cicatrices se convierten en testimonios de Su amor.